02 Dec 2019
Nos pasaron a buscar por San Salvador en un vehículo 4x4 y nos dirigimos hacia Salinas Grandes pasando por Purmamarca que nos detuvimos solo un ratito de ida, al regreso nos quedamos más tiempo inclusive comimos allí. La cuesta del Lipán es una experiencia única, por una ruta perfectamente conservada se asciende 2000 mts en minutos, con unas vistas increíbles. (Imprescindible estar preparado para la puna, la agencia contaba con tubo de oxígeno pero a nosotras nos vasto con tomar cada hora durante el ascenso una pastilla de ajo). La experiencia de Salinas Grandes lo hicimos bajo la guía de Anastasia perteneciente a la comunidad aborigen que habita la zona, nos llevaron y nos prepararon a vivir una experiencia única y difícilmente repetible, conocimos las canchas de donde se extrae la sal, como es todo el proceso , los orígenes de la misma, visitamos con la guía los ojos de agua naturales, bellísimos!. Regresamos por Purmamarca un pueblito mágico y encantador, hicimos noche en Humahuaca por la noche comimos en la Puerta Verde compartiendo chacareras y coplas con músicos del lugar, dormimos en una hostería familiar encantadora. Al día siguiente hicimos el trayecto hasta Santa Ana por las Sierras de Zenta, maravillosos paisajes puneños. En Santa Ana nos alojamos en la Hostería de la Sra. Gabriela que tiene un patio maravilloso lleno de flores que balconea hacia las montañas, nos preparó una cena riquísima. Tempranito por la mañana de la mano de Margarita nuestra guía vestida con su rebozo bordado de calas por ella misma de azules, naranjas y rosados, nos acompañó y guió la caminata por el camino del inca, el viaje solo lo vale por ese trayecto, una experiencia única subiendo y bajando los cerros por caminos de herradura, nos hizo probar la queñua un tallo delicioso que crece en el lugar cortado y pelado por ella que hidrata y sacia con mucho placer. Después de 22 km con el último aliento llegamos a la hostería de Valle Colorado donde se largó una lluvia impresionante, estaba difícil en ese momento trasladarnos hasta el comedor donde nos esperaban con comida, así que nuestros guías de la agencia Aramí se fueron a buscarla bajo la lluvia. Al día siguiente esperando que el camino se oree , con un guía local llamado Concepción nos mostró un puente colgante, una cascada y nos llevó por un bellísimo camino de herradura, después de almorzar unos riquísimos tamales hechos con carne de charqui salimos hacia San Francisco un camino que atraviesa las yungas con una veget