Si j'avais dû me plier au commentaire je n'y serai jamais allé.
1 adulte et 2 enfants 13 et 17 ans.
Package 2 nuits en demi pension au gold river avec 1 journée comprise à Ferrari Land et 2 jours à port aventura dont 1 journée en express pass gold (10 attractions illimité en express pass)
Nous n'avons jamais fait la queue grâce au pass et avons pu faire les attractions principales plusieurs fois, alors oui, le pass est cher mais sinon vous passez votre journée à faire la queue (en moyenne entre 1 et 2h pour des attractions qui sont certes très bien mais durent de 30s à 1 min 20 max)
Il y a 4 attractions phare, dragon khan, shamballa, Furius baco et la tour hurricane sinon, le reste est du déjà vu.
Beaucoup d'attraction pour les petits sinon.
Pour ferrai Land, le Red force est vraiment à faire, allez y après 20h en ce moment, il y a moins d'attente, le reste a moins d'intérêt niveau sensation mais bien pour les fan de F1.
J'ai trouvé le parc très propre et toilettes très entretenues le personnel sympathique.
Pour l'hôtel, réservez au plus vite vos créneaux de repas sinon vous tombez sur celui de 22h et c'est un peu tard pour les petits enfants (nous on en a profité pour faire ferrai Land de 20h à 22h)
Pareil pour le créneau du petit déjeuner.
Repas sous forme de buffet très varié, pas de la grande gastronomie mais ça passe.
Conclusion
Nous sommes peut-être bien tombés car tout a été nickel,
le pass express est quasi obligatoire si vous voulez profiter des attractions à sensation.
Alors oui ça coûte un peu cher mais je suis étonné par certains commentaires qui découvrent qu'on fait la queue dans les parcs d'attraction (non mais allo quoi ????)
Très grand parc avec beaucoup d'attractions dont certaines très impressionnantes. Nous avions pris le pass 2 jours PortAventura Park & Ferrari Park, mais au final nous n'avons pu aller qu'une seule fois dans le Ferrari Park (c'était bien écrit en tout petit, pfff !!), c'est un peu moyen comme formule !
Portaventura es un parque de atracciones de un tamaño considerable, para el que recomendaría un par de días para aprovechar mejor las atracciones y poder ver los espectáculos. Las colas para acceder a las atracciones no eran demasiado grandes, salvo en algunas en concreto.
Para empezar, si llegamos en coche el parking para estacionar cuesta 12 euros por día. Nosotros compramos las entradas por internet para dos días, que nos salieron a 65 euros. Viajamos con una persona con discapacidad visual con más de un 75 por ciento reconocido de grado de discapacidad y esta persona accedió gratis al recinto tras acreditar su situación al entrar cada uno de los dos días. Al padecer una discapacidad te dan una pulsera de pase preferente a las atracciones, pero sólo sirve si el discapacitado va acompañado por un adulto. De tal modo que cuando se iban a montar la persona con discapacidad y un menor tenían que hacer cola normal y se montaban igual. No entiendo cuál es el objetivo de esta manera de proceder. Si es por seguridad del discapacitado, no deberían dejarle acceder por la cola normal. Si es por seguridad del discapacitado, no deberían dejarle acceder por la cola normal, y si es porque no confían en que un menor pueda atender al discapacitado, creo que un menor que convive con un discapacitado puede asistir mejor a esta persona que adultos que no conozcan su problemática diaria, como en este caso que el niño tiene 11 años y sabe guiar a su padre, que es discapacitado visual en cualquier situación. No nos había sucedido esto en otros grandes parques de atracciones.
Otro aspecto reseñable es el calor y la humedad que encontramos en verano. Estas circunstancias hacen necesario consumir agua con frecuencia y el precio de las botellas no es especialmente asequible. Además, como hay atracciones donde es fácil acabar muy mojado, conviene llevar algo de ropa seca, ya que aunque haga calor, la humedad impide que se seque totalmente la ropa, con el inconveniente que ello supone de incomodidad y riesgo de rozaduras.
La comida en general es cara y de no mucha calidad. En la tienda de recuerdos, nuestro hijo quiso comprar un muñeco de Elmo de unos 25 cm. De peluche y nos dijeron que no lo vendían suelto y que si lo queríamos teníamos que comprar otro del mismo tamaño porque se vendían solamente de dos en dos ese tipo de muñecos. Tampoco entiendo esta postura comercial, ya que obligando al cliente a comprar algo que no desea es posible que acabe por no comprar nada. Las fotos que hacen en algunas atracciones se venden a casi 10 euros a la salida de las mismas.
Portaventura tiene seis zonas diferentes y al lado está Ferrariland, que cierra unas horas antes que su parque hermano.
En la zona de Mediterráneo hay pocas atracciones (una montaña rusa), pero tiene tienda y y restaurantes en torno al lago según se entra.
En la zona del oeste hay un par de atracciones de agua (la de los rápidos, más tranquila, y una de troncos que personalmente me gustó mucho). También hay montañas rusas, alguna más pequeña para los de menor edad. De espectáculos vimos Can Can West, en el interior de un bar, en el que debes tomar alguna consumición y que no es demasiado recomendable; y también Bang Bang West, que a nuestro hijo le hizo gracia, en una especie de teatro con gradas. Conviene consultar los horarios de las actuaciones que nos interesen, que no son las mismas todos los días.
En la zona de México hay algunas atracciones para los más pequeños como los potrillos o los armadillos, También hay un laberinto de espejos, una atracción que me gustó llamada el Templo de Fuego, teatral en que te envuelve una historia. Vimos espectáculo de Tadeo Jones, muy entretenido, en el interior de un local, y otro de Shreck en el exterior, más infantil.
En la zona de China tenemos las atracciones más fuertes, con el Dragon Kahn que coge mucha velocidad, y Sambala, que es una caída libre. Hay otra atracción de pistolas de agua en que podemos acabar muy mojados.
La zona de sésamo es la más infantil, con una pequeña montaña rusa, un paseo aéreo y la de gafas 3D y pistola láser CON LA QUE SE DISPARA A MIGAS DE GALLETA QUE VEMOS APARECER EN LAS IMÁGENES, que es de las últimas en cerrar del parque. Además hay un par de espectáculos infantiles con los muñecos de barrio Sésamo.
Por último, en Polinesia tenemos una atracción de agua muy divertida en la que caes a un lago con una gran barca a cierta velocidad. Hay pequeñas canoas para los niños y un barco que se mueve adelante y atrás a gran velocidad en el aire. Hay una atracción de terror para mayores de 14 años o de 12 y 13 si van acompañados; cuesta 7 euros por persona. Hay un espectáculo de bailes polinesios (alloah), y otro llamado “Aves del Paraiso”, que es el que más me gustó del parque, protagonizado por varias aves y su cuidador, espectacular y divertido.
El desfile con que se pone fin a la actividad diaria del parque es pequeño y se ve rápido, pero el espectáculo final de SONIDO, luz y color es maravilloso, MUY EVOCADOR.
En general, acabamos contentos de nuestra experiencia en este parque de atracciones, sobre todo nuestro hijo de once años, aunque tuvimos la sensación de tener que gastar más dinero que en otros parques del estilo en detallitos muy diversos. Los espectáculos tienen el castellano como idioma.