05 May 2022
Nos informaron unos amigos sobre esta experiencia, la habían realizado en febrero y nosotros la incorporamos en nuestro itinerario, con temor a achicharrarnos en mayo. Pero para nada. Nos recogieron en el Cairo en coche con aire acondicionado, la barrera del idioma no supuso ningún problema. Llegamos a Bahariya y Tamer nos acogió en su casa con un almuerzo exquisito. Nos llevaron al desierto negro y subimos para capturar imagenes de la gran explanada. Posteriormente, como si de un rally se tratase, atravesamos el paraje desértico, incluyendo paradas para tomar fotografias, surcar dunas o hacer sandboard entre ellas. Para llegar al final al hermoso desierto blanco, cerca de Farafra. Montamos la jaima y con un suculento aroma a la cena que nos preparaba Tamer, pudimos ver la puesta de sol. Hizo demostración de sus artes culinarias y Khaled nos preparó el té que probamos todos juntos frente a la hoguera acompañado de una shisha. Hablando de todo y de nada, seducidos por la noche sahariana, pasamos una velada preciosa. Nos despertamos para ver la salida del sol, desayunar y volver al punto de inicio parando en algunas de las formas que surgen en este desierto. Gracias por esta bonita experiencia