23 Sep 2021
Mis hijos de 13 y 15 años asistieron este año el Surf Camp de una semana. Mi hijo major podía, pese a las deficiencias, disfrutar del camp, mi hijo major estaba tan degustado que ya al secundo día querría salir. Empezamos con los puentes positivos. Los 2 valoraran la sesión de surf diaria como muy profesional, bien hecho por profesores amables y competentes. Igual recibe buena nota la comida y sobre todo los niños que participaron.
En cambio muy pobre se valora el camping, las tiendas y la situación dónde están montadas. Se trata de un trozo de tierra inclinado, dónde pared a pared están puesto las tiendas en pleno sol. Lo que les ha estropeado la estancia era sobre todo la oferta de "que hacer" cuando no hubo actividades. No hubo espacio para estar, ni siquiera para moverse. Para 120 niños se ofreció una toldo de alrededor 12m2 de "zona común", una mesa de ping pong sin palas y un futbolín roto. No hubo permiso ir a la playa salvo en una "actividad" de la tarde. No sabían dónde ponerse. Por la tarde no hubo la posibilidad de utilizar el material y practicar lo que se ha aprendido por la mañana. Igual dicen que fisicamente no hubieran podido con otra sesión, ya que hay que andar por un sendero de arena 20 minutos llevando el surfboard hasta llegar a la playa.
Las actividades de la tarde se valoraron como muy pobre, los monitores con muy poco entendimiento y tono más bien militar. En el curso de grafiti dicen que el monitor si sabía hacerlo bien, pero no era nada capaz transmitir nada a sus alumnos. Lo mismo se aplica por la actividad de break dance.
Considerando la experiencia de mis hijos valoro el precio de muy exagerado.
Espero que el año que viene encontramos otro surf camp con niños igual de simpáticos y profesores de surf competentes que además en el resto del tiempo ofrece pasar el tiempo dignamente.