12 Jul 2025
Tuvimos la suerte de encontrar a Néstor por casualidad en la calle, y terminar haciendo el recorrido con él fue un verdaderamente hermoso. Fuimos hasta el Valle de la Carbonera (también conocido como Tochecito), al otro lado de Salento, donde está uno de los bosques de palma de cera más densos, y únicos del mundo.
Pasamos todo el día con él y llegamos a ver más de 50 especies de aves. Néstor podía reconocerlas al instante, tanto de vista coml por el canto, y sabía sus nombres en español, local, inglés y nombre científico sin dudar. Sus conocimientos de ornitología (y biología) de esta región son realmente de otro nivel.
Tiene una paciencia enorme y no se detiene hasta que todos logran ver bien cada ave. Además, como nativo de la zona, conoce a fondo los ecosistemas locales —especialmente el bosque mixto con palma de cera— y sabe muchísimo sobre la historia, la cultura y los procesos que ha vivido el territorio.
También se nota que le importa de verdad que el turismo beneficie a la comunidad local y no a operadores externos. Tiene una mirada clara sobre la sostenibilidad ambiental, económica y cultural.
Una experiencia completa, auténtica y muy recomendable. Cinco estrellas se queda corto.