14 Dec 2021
Visitar el Palacio de Topkapi te da la oportunidad de conocer mejor a los sultanes del Imperio Otomano. Es un palacio opulento, decadente y lleno de historia. Conocido como Serrallo por los occidentales del siglo XVIII que visitaban Estambul, durante siglos fue el símbolo de aquello que la fantasía occidental asociaba al lujo oriental. Hoy forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Cuando en 1453 las tropas otomanas conquistaron Constantinopla, ésta ya no era la gran potencia militar que había sido en el pasado, como capital del imperio Bizantino. Y en cuanto pasó a manos de su nuevo señor, el sultán Mehmet II, cambió su nombre por Estambul. Las clases medias y bajas de los otomanos se instalaron en la antigua ciudad bizantina, mientras que los sultanes construyeron su palacio, el Topkapi, en lo alto de la colina, que se levanta donde el brazo de agua del Cuerno de Oro confluye con el estrecho del Bósforo. Su nombre, que quiere decir Palacio de la Puerta de los Cañones, le viene de una puerta de la muralla que se encontraba cerca.
Fue inaugurado en 1465 y pasó a ser el símbolo del poder y la opulencia de unos soberanos envueltos en un aura de misterio. Algunos jamás fueron vistos por su pueblo. Cada sultán hizo su aportación al Palacio de Topkapi, incorporando un nuevo edificio que superara en lujo a los de sus antecesores. Aun así, el resultado es un complejo que conserva una coherencia total, a simple vista no diferencias cada una de las construcciones. Desde Mehmet el Conquistador fue el hogar simbólico y político del Imperio Otomano, hasta que el sultán Abdülmecid I trasladó la comitiva imperial al Palacio de Dolmabahçe en 1853. Durante los cuatro siglos transcurridos, acogió a 22 sultanes diferentes y a sus familias.La que fue residencia de sultanes durante 400 años, fue convertida en museo después de la caída del Imperio Otomano y la creación de la República Turca en 1924 y, es una visita obligada para cualquier turista que visite Estambul. Hoy en día muestra 10.000 de los 700.000 metros cuadrados que llegó a ocupar el recinto imperial, entre estancias, jardines y pabellones. Si quieres ver El Harén tienes que comprar una entrada aparte.
El Haren era el lugar donde residía el Sultán, su familia y un conjunto de entre 500 y 800 mujeres de alto nivel cultural adiestradas en ciertas habilidades. La Reina Madre era la máxima responsable del Harén